La batalla actual contra la obesidad
Por: Shannon Charles
En la sociedad actual nos enfrentamos a muchos problemas de salud complejos, como el acceso a una cobertura de salud adecuada, la carga mundial de enfermedades no transmisibles y la creciente necesidad de más trabajadores de salud comunitarios, por nombrar algunos. Sin embargo, todavía hay un problema importante que no podemos pasar por alto: la obesidad. La obesidad sigue siendo uno de los problemas de salud más importantes en la actualidad, que afecta a las personas en los Estados Unidos durante décadas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que presenta un alto riesgo para la salud y el bienestar. Una persona con un IMC de 30 o más generalmente se considera obesa. Una persona con un IMC igual o superior a 25 se considera con sobrepeso.
Informes recientes sugieren que ha habido una mejora mínima en lo que respecta a las tasas de obesidad en los Estados Unidos en 2013. Sin embargo, por primera vez en décadas no ha habido un aumento de un año a otro entre los estadounidenses, lo que demuestra un progreso. Las tasas estables de obesidad en adultos indican que los esfuerzos realizados para la prevención están teniendo efectos en la población de todo el país. En los últimos años se han lanzado varias campañas de salud pública que han demostrado su eficacia. Se hizo gran hincapié en alentar a los adolescentes a mantenerse activos y mantener una dieta nutricional equilibrada. La junta escolar incluso ha jugado un papel en la reducción de la obesidad infantil al diseñar menús escolares más saludables y cambiar los tipos de comida que se sirven en sus máquinas expendedoras.
Aunque la evidencia muestra claramente que ha habido mejoras en los Estados Unidos, creo que todavía estamos lejos de nuestro objetivo como nación. Estados Unidos sigue siendo el segundo país del mundo en lo que respecta a la obesidad. Se debe hacer más hincapié en tomar decisiones más saludables y fomentar la actividad física entre adultos y adolescentes. La evidencia ha demostrado que aquellas personas que mantienen estilos de vida más saludables al comer una dieta nutricional balanceada y hacer ejercicio diariamente tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas. Aunque me alienta el progreso que se ha logrado, sigo creyendo que, como nación, debemos dar pasos importantes en los próximos años para mejorar la calidad de la salud en los Estados Unidos.
Sobre el Autor:
Shannon Charles se graduó de la Universidad Internacional de Florida, donde obtuvo una maestría en Salud Pública con especialización en políticas y gestión de la salud. Desde que se graduó de FIU, ha trabajado en el campo de la salud como especialista en servicios de productos para el Banco de Tejidos de la Universidad de Miami y como gerente de área de los Centros Comunitarios de Sangre de Florida. Disfruta de todos los aspectos de la salud pública, incluidos: salud y prevención de enfermedades, epidemiología y política de salud. Tiene aspiraciones de algún día trabajar para una agencia de salud orientada a mejorar la calidad de la atención médica en los Estados Unidos.