Salud bucal: ¿problema personal o público?
Febrero 20, 2018
Por Kristina Reed
¿Por qué la salud bucal de otra persona debería ser su problema o el del gobierno? A quien le importa alguien ¿El dolor de muelas o la gingivitis de otra persona?
Bueno deberías.
Por qué es importante la salud bucal del público:
Las políticas y los resultados de salud bucodental afectan a más personas que a las personas. Tienen consecuencias mensurables para nuestra nación y la economía. Una forma en que la salud bucal influye en la economía es a través de su efecto sobre el empleo. Los candidatos a puestos de trabajo con problemas de salud bucal visibles o no tratados tienen una probabilidad significativamente menor de ser contratados, lo que contribuye al desempleo crónico en algunos segmentos de trabajadores e inicia una cascada de efectos económicos. Los problemas de salud bucal pueden traducirse en pérdida de ingresos, junto con una pérdida de ingresos fiscales y actividad económica y un aumento de los costos asociados con la asistencia pública.
Los problemas de salud bucal también afectan la economía al generar un aumento de los costos de la atención médica. Cuando es difícil acceder a la atención, debido a factores que incluyen una cobertura de seguro y un costo inadecuados, es más probable que los pacientes desarrollen problemas prevenibles. Muchos pacientes pospondrán el tratamiento hasta que el problema se agrave y luego buscarán tratamiento de emergencia. Esto es más costoso y rara vez resuelve el problema, ya que el tratamiento de emergencia no está diseñado para problemas de salud crónicos, por lo que es probable que sea necesario buscar atención nuevamente. Mientras tanto, el sistema de emergencia se sobrecarga, lo que reduce la calidad de la atención para todos. El efecto general es un aumento en los costos de atención médica, sin mejora en los resultados de salud. Se trata de un círculo vicioso y frustrante, especialmente porque los problemas de salud bucal se pueden prevenir mediante medidas acertadas de salud pública.
El problema de cómo pensamos sobre la salud bucal:
Las intersecciones entre políticas, resultados, disparidades y costos son obvias para los expertos, pero el público aún tiene una visión limitada de las consecuencias de una mala salud bucal. La mayoría de la gente hace asociaciones sencillas e inmediatas: una mala salud bucal provoca dolor y "baja autoestima". Las indicaciones pueden hacer que las personas consideren algunos efectos dominó, como días laborales u oportunidades perdidas. Sin embargo, la opinión común es que estos impactos negativos son problemas para las personas y los miembros de la familia, no asuntos de interés público. Si se piensa que el problema es un dolor de muelas ocasional y un poco de vergüenza personal, entonces se vuelve difícil justificar la necesidad de políticas y programas.
Los estadounidenses comunes también creen que los problemas de salud bucal se pueden prevenir, pero colocan la responsabilidad de hacerlo en las personas. A los ojos del público, la prevención implica tres comportamientos simples: cepillarse los dientes, usar hilo dental y visitar al dentista con regularidad. Se supone que son cuestiones de elección personal, fuerza de voluntad y responsabilidad. Esta mentalidad deja poco papel para las políticas y pocas posibilidades de que los problemas puedan resolverse mediante una respuesta pública. Los factores que dan forma a la integración o separación de la atención médica y la salud bucal están completamente ausentes del pensamiento del público y no se consideran los esfuerzos de salud pública. La atención de la salud bucal sigue ocupando un lugar bajo en la agenda de políticas públicas, incluso en medio de un intenso debate sobre otros temas de atención de la salud. Necesitamos considerar los factores estructurales y sistémicos que influyen en la salud bucal y los tipos de políticas y programas que podrían cambiarlos.
Por qué funcionan las intervenciones de salud pública:
¿Cómo se puede mejorar la salud bucal? Los expertos ven los problemas de salud bucal como completamente prevenibles con esfuerzos de salud pública que llegan a un gran número de personas de manera constante. Un gran ejemplo de un enfoque de salud pública exitoso es la fluoración del agua, que es económica, discreta y ha dado como resultado mejoras dramáticas en la salud dental. Otras medidas preventivas, como la detección y los selladores dentales, podrían mejorar aún más los resultados si se difundieran ampliamente. La disponibilidad y asequibilidad de alimentos saludables también juega un papel importante en la salud bucal, y los programas y políticas federales de nutrición se han relacionado con los resultados de la salud bucal. Del mismo modo, el acceso a una atención de la salud bucodental asequible y de calidad es esencial para una política pública eficaz en materia de salud bucodental. También es necesario realizar una variedad de cambios en los esquemas de seguro de salud actuales, como la expansión de la elegibilidad para Medicare y Medicaid, el aumento de la cobertura de salud bucal en estos planes y la inclusión de al menos algunos tratamientos de salud bucal en el seguro médico privado. Otras políticas podrían integrar mejor los problemas de salud bucal en la atención médica, como las pruebas de detección de infecciones bucales durante el embarazo. Es importante reconocer que la salud bucal se cruza con varios otros problemas y las soluciones de salud pública deben ser desde una variedad de ángulos.