La expansión de Medicaid sería un salvavidas para los floridanos; por eso estamos demandando
El Nuevo Herald
*Nota: Catalyst Miami es un orgulloso miembro de la coalición de Florida Decides Healthcare para expandir Medicaid.
Por Mitch Emerson
Este artículo apareció originalmente en el Miami Herald.
Florida Decides Healthcare ha presentado una demanda federal impugnando una nueva ley que restringe las enmiendas constitucionales generadas por los votantes.
Dreamstime TNS
No lo edulcoremos: las políticas de salud de Florida nos están fallando.
Le están fallando a la madre soltera de Ocala, que gana $15,000 al año trabajando a tiempo parcial y a quien recientemente le diagnosticaron cáncer, pero no puede costear el tratamiento que necesita para sobrevivir. Le están fallando a los hospitales rurales al borde del colapso.
Y están fallando a los cientos de miles de floridanos atrapados en la “brecha de cobertura”: ganan demasiado para calificar para Medicaid, pero demasiado poco para pagar un seguro privado.
Y ahora, para empeorar las cosas, los legisladores de nuestro estado han aprobado una ley que pretende quitar una de las últimas herramientas que tienen los floridanos para solucionar el problema: el poder de las enmiendas constitucionales lideradas por los ciudadanos.
Por esta razón, el Florida decide la atención médica (Florida Decides Healthcare) presentó una demanda federal impugnando la nueva y peligrosa ley conocida como Proyecto de ley de la Cámara 1205. No se trata solo de conseguir que la expansión de Medicaid se incluya en la boleta electoral. Se trata de defender el fundamento mismo de nuestra democracia: el derecho de las personas a ser escuchadas y a forjar su propio futuro.
Esta ley, firmada por el gobernador, no es una reforma. Es represión.
La HB 1205 es un esfuerzo cínico para dificultar la participación de los floridanos comunes —maestros, enfermeras, veteranos, padres— en su propio gobierno. Abruma a los ciudadanos con trámites burocráticos, los amenaza con sanciones penales y los intimida por el simple hecho de intentar recolectar firmas. Está diseñada para silenciarnos, para silenciar los movimientos de base y para mantener el poder en manos de la élite política de Tallahassee.
Pero no vamos a dar marcha atrás.
Porque sabemos lo que está en juego. La expansión de Medicaid podría transformar vidas en cada rincón de Florida, desde el Panhandle hasta los Cayos. Regresaría a nuestro estado miles de millones de dólares de nuestros impuestos federales, dinero que ya enviamos a Washington, solo para financiar la atención médica en otros estados.
Ayudaría a estabilizar los hospitales en dificultades, especialmente en las zonas rurales donde 135 hospitales han cerrado desde 2010. Permitiría a las personas consultar a un médico sin correr el riesgo de quiebra.
Esto no es asistencia social, es sentido común. Más del 60% de las personas que se beneficiarían de la expansión pertenecen a familias trabajadoras. Medicaid ayuda a las personas a mantenerse lo suficientemente sanas como para trabajar, cuidar a sus seres queridos y contribuir a sus comunidades. Y numerosos estudios han demostrado que la expansión no aumentaría los impuestos, sino que impulsaría la economía de Florida.
Los floridanos lo entienden. Casi 8 de cada 10 —republicanos, demócratas e independientes— apoyan la expansión de Medicaid. No es un asunto partidista. Es un asunto de la gente.
Y cuando nuestros funcionarios electos se niegan a actuar, el pueblo no sólo tiene el derecho, sino la responsabilidad, de hacerlo por sí mismo.
Para eso está el proceso de enmiendas impulsado por la ciudadanía en Florida. Así aumentamos el salario mínimo, legalizamos la marihuana medicinal y protegimos nuestra tierra y agua. Es una herramienta para que las comunidades impulsen el cambio cuando los políticos no lo hacen.
La HB 1205 no se trata de rendición de cuentas ni transparencia. Se trata del miedo a la gente y al poder que ostenta. Esta ley socava un proceso que quizá necesite refinarse, pero no destruirse. Pone trampas y obstáculos para garantizar que solo los ricos y con conexiones políticas puedan incluir sus ideas en la boleta electoral.
Es un ataque directo a la voluntad popular. Y si se le permite seguir aquí, seguro que se extenderá por todo el país.
Así es como se erosiona la democracia: no en un momento de gran magnitud, sino en mil cortes a la participación, la voz y el poder.
Pero no vamos a permitir que eso suceda.
Presentamos esta demanda porque creemos en el poder del pueblo. Creemos que la madre soltera de Miami, el conductor de autobús de Fort Myers y el veterano de Jacksonville merecen voz en las leyes que rigen sus vidas. Los floridanos, no los políticos que temen rendir cuentas, deberían tener la última palabra.
Esta demanda es nuestra declaración: No permitiremos que manipulen las reglas. No nos silenciarán.
Estamos recolectando firmas. Estamos formando coaliciones. Llevamos esta lucha de los tribunales a las calles y a las urnas. Porque la expansión de Medicaid no es solo una política inteligente, sino un imperativo moral. Y la iniciativa ciudadana no es solo una herramienta política, es un derecho que defenderemos.
Mitch Emerson es director ejecutivo de Florida Decides Healthcare.